El 31 de julio de 2011 el que fuera considerado el mejor restaurante del mundo durante 5 años anunció que cerraba sus puertas, el nombre del restaurante era, y es, El Bulli. Su chef, Ferrán Adriá, llevó lo que era prácticamente un "chiringuito" de playa ubicado en una remota cala del norte de la Costa Brava al máximo exponente de la cocina mundial, y a marcar la pauta en lo que a la gastronomía se refiere.